1 oct 2011

un hombre que reía


en cualquier momento
irrumpe la risotada
que retira la comodidad
(es menos un problema
que un desajuste)

el temblequeo es duradero,
pero el hombre de la risa te lleva a la cama
para taparte

los acompaña la paradoja:
su mueca tétrica
te enfría el cuerpo

reunidas las aguas para enturbiar,
quedó en claro
la seriedad truncada
de todo ese asunto risible

No hay comentarios: