Flora oculta

Para A.P.

¿Con quién compartirte?
A quién leerle todas tus lunas y noches,
esas oscuridades donde indudablemente hubo luz;
los silencios donde el lenguaje no puede dejar de ser Rey

Por ahora el secreto (a voces) será nuestro,
pero juro violar tu confianza,
ponerte en evidencia;
porque en noches complicadas
pienso que vos soy yo,
y que nos hubiésemos hablado todos nuestros poemas

esto no es un plagio

te haría muchas cosas,
pero no te mentiría.
no me da el lenguaje…

incomunicado

como a una puta
(o una viuda),
nada de lo que te diga
puede tener sentido para vos

diario de la guerra (interior) del chancho

“Siempre dijimos chancho”
Diario de la guerra del cerdo. Adolfo Bioy Casares.

hoy:

chancho egoísta,
que come su propia mierda

chancho puto

chancho choto y puto

andate a la concha de tu madre, chancho hijo de puta

una vez corrí hacia vos

“need someone to hold you tight”
Tainted love

(h)ola,

parecés inabarcable

Crónica de una agenda demenciada

 I (dormir de no poder miedo)
noches de muchos sueños,
de poemas cortos, cortantes
nada que se pueda agendar,
porque no quiere dejar rastros


II (amenaza)
encontrarán una agenda en la calle.

estará usada,

pero no escrita

III (titular)
Atropellaron una agenda intacta. Nadie la ayudó.


IV (epílogo)
¿cómo hacer con el resto de los días?

antes de vestirme

“…me acongoja pensar en lo mucho que me lleva prepararme para enfrentarme al día.”

“La escalera mecánica”, en Los confidentes. Bret Easton Ellis.

Veintiún horas de horas,
horas de minutos,
minutos de segundos…
todos conflictivos,
pero insignificantes.
Mi perra mirándome desde el pie de mi cama,
pidiéndome que haga algo,
cualquier cosa,
porque está gorda, vieja
y tiene calor
(como tantos otros).
“Cualquier cosa” dice,
porque está aburrida de mí.

silencioso lago

(no) la necesitaba,
(pero) la encontré:
una garantía,
una debilidad oculta:
todo silencio que hiera,
o haya herido
con palabras violentas,
sólo emula
el corte de la espada
en la piel del lago

ahora sé que toda mi escritura
será perdonada

coherencias

I
no niego del todo tu versión,
pero ya tenías noticias de que soy un terrible masoco


ambos lo sabemos:
nadie quiere salvar al Otro,
pero es que no necesito ayuda
y vos…
no sé, decime


II
pocos admiten que la diferencia entre
historia e histeria
sea más que una letra pedorra
(que me perdone la o)


III
no me costaría nada mandarte a cagar
(¡hace mucho tiempo que no te necesito para estar hasta las manos con vos!)
pero no quiero

yo podía tocarme la frente con los pies, ahora no sé

de nuevo “de nuevo”
todo el tiempo el tiempo
otra vez es(t)e cuerpo de interruptores fallidos
(que no interrumpen nada, por si todavía no lo sabías)


insistí: ¿qué querías decirme vos?
(me señalé otro)
no, perdón…
usted, el de mi cuerpo…

dimanche au cinéma

de tanto jugar con cosas hermosísimas,
cosas tan enamoradas y un poquito deliciosamente perversas,
hasta me siento hermoseado y dulcemente desviado,
perdidamente encontrado


pero más al fondo
(abajo de la piel arañada y la carne en llamas)
es puro dolor en la panza:
entre las tripas bien revueltas, viscosas y sangrantes,
y más abajo…
y más arriba, bien arribísima…
puro vértigo

vértigo… y frustración, y dolor,
todo amor intrascendente,
insultantemente asimétrico


¡qué mierda!
¡qué envidia!
¡qué belleza, por favor!

oculāris

rol de cíclope me voy asignando
o de Sol (pero de esos que no brillan, por favor)
tren-en-túnel
y lo digo así porque, como es memoria robada, si no se mal entiende

drama de faro: quiero ser visible
¡ojo! también se es faro de día…
aunque yo, casi siempre,
sea de noche

apéndice ocular:
cantá: no veo!
…
no espío! (bis?)

el plan del no-plan

cuando me cansé,
pensé, decidí:
“no voy a hacer nada”, me dije
porque es lo lógico, ¿no?
no se hacen cosas cuando se está (muy) cansado

pero estaba todo mal,
desde el principio ese pensamiento fue un enemigo trapero, cagón
silencioso

gusaneando mi mente (Laiseca agregaría: “¡EL GERUNDIO LIBERA!”)
gusaneando mi mente, decía, acercóse una simplificación que sólo me la complicó:
el “no” se anuló con el “nada”
y me informé herméticamente que siempre estuve en tu zona de riesgo

cuestión:
vuelvo a pensar en lo que creí no estar pensando, y se me va a la mierda el plan del no-plan

soy una mierda
no, ¿sabés qué?
en algún punto lo somos los dos

poesía eminentemente mortal

del menú de imposibilidades
elegí ser dios con minúscula,
pero no agrandé el combo y me quedé sin el poder de destruir lo que creaba
(la omnipotencia delirante, la más real por donde se la mire, siempre me pareció un acto de misantropía y egoísmo
y yo no sé si soy así…
no sé no sé no sé…)
ahora resulta que es mi poesía la que me escribe
y toda mi vida deviene en una teogonía ilegible

Masticados (IV)

está bien todo lo anterior
pero…
¿qué mierda importa?

Masticados (III)

te detesto cuando nos despedimos con un beso en la mejilla
pero te entiendo
y es por eso que me detesto a mí también

Masticados (II)

todos pudimos alguna vez hacer el amor
lo complicado es coger y listo

Masticados (I)

dos razones por las que la obsesión es mejor que el amor:
1) porque sólo necesita del fantasma del otro
2) porque puede intentar hacer felices a tres
(e incluso a más)

anti-pacto

si no me causara tanta risa, te ofrecería que hagamos un pacto de sangre
en el que yo te prometiera seguir sintiéndome así todo el tiempo que necesites para darte cuenta que antes del ritual yo ya estaba perdido y adentro tuyo proponiendo cosas estúpidas, y sangrando miradas,
y charlas
y ganas…

Co2

leerme es
re-utilizar
ese aire viciado
que ya respiré

omisiones (in)voluntarias

a veces quiero ser TAN otro que lloro
(como llora cualquier otro)
esperando irme en alguna de esas lágrimas...


pero sé que la monstruosidad me encontraría de nuevo,
que se apoderaría de aquél otro
(que seguiría siendo algún yo)


una persecusión introspectiva con el objeto de acabar con toda tierra fértil sobre este y cualquier otro planeta ficticio


llegará ese momento:
la última criatura, arrastrando violentamente la carga de todos los que puedo ser,
tomará la decisión que este que soy no puede siquiera contemplar;
lo incendiará todo,
le devolverá a las cenizas lo poco que les corresponde

decisiones

sinceramente creo que somos unos imbéciles…
¿si no por qué de entre todas las cosas que pudo haber entre nosotros
elegimos la distancia?

ratones en la cocina

hay ratones en la cocina
escarbando, royendo,
contaminando…
nunca los vi,
no de verdad
pero sé que están ahí
porque hacen ruidos,
porque no me dejan dormir;
al menos no sin hacerme pensar en que alguna vez podrían alcanzarme
incluso debajo de las sábanas

Sobre el horror

Cavilando en la oscuridad acerca del horror, finalmente se preguntó:
“¡¿Cómo no sentirlo?!”

frente a lo inminente

¿no es cierto que, en el fondo (¿pero cuán profundo?), todos los espejos son cuadros negros que, en un afán sadomasoquista, reniegan de su belleza?

Rabbit

conejo, conejo…
físico conejo,
pero muy imaginario,
al que le canto en otro idioma
cuando me siento casi desnudo,
cuando quiero esperar el disparo
que viene tropezando desde el fondo de mi cabeza
y me despierta de la estupefacción que me causa el reflejo de mi garra derecha

conejo:
no sos nada,
pero sos lo suficientemente entretenido
para distraerme del griterío que ahuyenta otras lindas y afelpadas criaturas que me invento,
mientras espero el disparo que ahí viene,
borracho,
desde el fondo de mi cabeza
ansioso de retumbar
en el cuerpo de otros aún menos afortunados que yo

conejo, conejo,
físico conejo…
etc.

Uno más sobre vos

sería maravilloso que no fuese en vos
en quien pienso en cada atronador silencio
cuando me frustro y te leo,
veo y escucho
en las cosas que me conmueven

estaba equivocado
cuando creía que todo
era una excusa para desearte

Eros-Sema

esta distorsión
que (di)simulo es
poesía,
intenta transgredir
reglas
que conozco sin poder enseñar;
sentencias
de una tortura y su relación
con algún dolor

También podría cruzar los dedos

no te quiero prometer
nada
que tenga que ver
con dejar de desearte

Lo perfecto

me desnudo en un giro incompleto
y patético,
mientras hago la mímica
de lo perfecto:

cae el disfraz
por mi propio abrazo
al contacto
de mis propias uñas
con mis propias cicatrices,
logros
de mi elaborada soledad

Eso que mata belleza

así que…
te gustaría
saber por qué intento
atajar esos soles
redundantes
que quieren estrellarse

(es que) a veces me enfermo
en la noche
de mis noches
por su estúpida competencia

Otras introspecciones

¿a vos también te asusta querer descubrirte
y encontrarte solo?

Neptuno

el tiempo pasa más rápido a oscuras
o nosotros pasamos más rápido y el tiempo oscurece

Impresión

no llevo bien la cuenta,
pero creo que hoy morí más de tres veces

Antecedente

no me importa si es justo o no
odio tus mejillas

Rutina

Nobody can tell me I know better now

RAMONES

si te insulto es para convencerme de que vos sos vos
y yo, otro

"Confesión"

me astillo para que alguna vez se te clave un poco de mí debajo de tu piel

Sospecha

¿es sólo una coincidencia
o hacés un esfuerzo
(durante tu noche, entre risas histéricas)
para aparecer cada vez más seguido
en mis mejores pesadillas?

anti-mayéutica

el blanco que se pierde con cada letra que escribo es un silencio que jamás va a ser recuperado:
incesantes-alumbramientos-catárticos-prematuros-que-jamás-producirán-verdadera-vida,
pérdida sangrienta, un no-nacido

"Juegos"

aunque mi capricho era que ganemos ambos,
el dado ya no sabe qué cara poner

"Advertencia"

no uses una máscara
sin una historia debajo

"Parentesco"

¡bang!
¡caíste!

ahora sos carroña mental para cuervos siniestros
                que nada tienen que ver con el de Poe

"Falla"

te encuentro constantemente desnuda
en la poesía ajena


¿adónde falla la mía?

Omnipresencia inmerecida

¿a qué tipo de arreglo silencioso llegaste con todas las cosas para que cada una de ellas me recuerde (innecesaria, injustamente) a vos?

"Desde el rincón"

busco
virtud continuación de decadencia
espero sombras en la ventana

ojo-que-no-veo-pero-que-me-ve

ensoñación, parpadeo pesado,
desorden atómico
la mala leche de un cerrajero cómplice:
todo configurado para este toque
carente de profundidad,
en este rincón chato
donde sólo puedo no-ver
esa decadencia triunfal que es él

"Fingimiento"

finjo aburrimiento
para vos

finjo
para que me sientas

me ahorco en ideas
y actúo

"rechazo tu invitación..."

rechazo tu invitación,
hermoso, perverso

no me puedo permitir tanta diversión

"¿Realmente existen las pesadillas? III"

escenas
en las espesuras
(fenómenos kafkianos
sobre actores
          signos
          sueños)
parecen invisibles
aún para Pan

"Ilegible"

Nos encontré disueltos,
distantes,
en palabras tan ajenas
que me enfurece
y retuerzo solo
(en un pozo,
sin cigarrillos)
pensándote:
quisiera escribirte más;
jamás entendí

"Gigante"

es con su pequeñez
que me agiganto
no por contraste ni mucho menos
es sólo este insólito hormigueo
que se extiende por todo mi ser
cuando revivo su imagen, sonoridad, delicadeza
el que anticipa
al observador (lector, amigo) atento
esta sonrisa estúpida
aunque quizás la más inteligente
la única verdaderamente inteligente
que adorna mi poesía amoral
deseosa de toda ella

"¿Realmente existen las pesadillas? II"

menos aterrador
resulta Él
           (monstruoso cómplice
            de una espera nocturna
            sin fin
            que siempre vuelve a comenzar)
que la fantasía
                     (¡MALDITA!)

"¿Realmente existen las pesadillas? I"

verlos en el espejo
prohibiéndolo
da placer

luego
es humo, vicio
     (puro)
sadismo onírico
un maravilloso amanecer
si te sé indemne
                 de mi corrupción
enterrada
en un abrir de ojos

"Claridad"

¿Seguirá allí todavía?
Bajo la lluvia que soñé
como aquella claridad envidiable
de su imposible rostro sonriente
confiado, hermoso
detestable, atrapante

Quisiera volver
sé adónde es
pero no me lo puedo permitir
no yo, sino otro yo (que es germinación,
nunca reflejo)
aquél que ahora todos decimos saber que padecemos
¡ansias de un exorcismo
que jamás tendrá lugar!
no nos gustaría quedarnos solos
abandonar nuestra múltiple enfermedad humana,
animal