oculāris

rol de cíclope me voy asignando
o de Sol (pero de esos que no brillan, por favor)
tren-en-túnel
y lo digo así porque, como es memoria robada, si no se mal entiende

drama de faro: quiero ser visible
¡ojo! también se es faro de día…
aunque yo, casi siempre,
sea de noche

apéndice ocular:
cantá: no veo!
…
no espío! (bis?)

el plan del no-plan

cuando me cansé,
pensé, decidí:
“no voy a hacer nada”, me dije
porque es lo lógico, ¿no?
no se hacen cosas cuando se está (muy) cansado

pero estaba todo mal,
desde el principio ese pensamiento fue un enemigo trapero, cagón
silencioso

gusaneando mi mente (Laiseca agregaría: “¡EL GERUNDIO LIBERA!”)
gusaneando mi mente, decía, acercóse una simplificación que sólo me la complicó:
el “no” se anuló con el “nada”
y me informé herméticamente que siempre estuve en tu zona de riesgo

cuestión:
vuelvo a pensar en lo que creí no estar pensando, y se me va a la mierda el plan del no-plan

soy una mierda
no, ¿sabés qué?
en algún punto lo somos los dos

poesía eminentemente mortal

del menú de imposibilidades
elegí ser dios con minúscula,
pero no agrandé el combo y me quedé sin el poder de destruir lo que creaba
(la omnipotencia delirante, la más real por donde se la mire, siempre me pareció un acto de misantropía y egoísmo
y yo no sé si soy así…
no sé no sé no sé…)
ahora resulta que es mi poesía la que me escribe
y toda mi vida deviene en una teogonía ilegible